Todavía
recuerdo aquel viaje, allá por el 2001 cuando estaba estudiando Geografía en la
universidad e hicimos un viaje a Portugal. Durante el recorrido paramos en el
puerto de Miravete (Cáceres) y uno de nuestros profesores nos dijo: “aquí
tenéis uno de los ejemplos de la nefasta política forestal en España”. Ante
nuestros ojos vimos una repoblación con eucaliptos (eucalyptus
camaldulensis y eucalyptus globulus).
Para conocer la situación actual, siempre
debemos mirar al pasado. De esta forma sabremos que errores hemos cometido, si
esos errores los seguimos realizando y que posibles vías existen para
corregirlos.
Aunque han existido repoblaciones anteriores,
la política forestal española tiene posiblemente su origen en el S.XIX, cuando
los primeros ingenieros de montes vieron la necesidad de realizar una
importante reforestación para reducir la perdida de masa forestal, reducción de
suelo fértil, erosión y la gran presión que generaba la ganadería en el monte.
El
origen moderno de la política forestal española está en 1935 cuando se inició
el Plan de Repoblación Forestal, incluido en el Plan Nacional de Obras Públicas
de 1938, siendo uno de los más importantes impulsores, D. Luis Ceballos
(ingeniero de montes).
En 1939, durante el franquismo, se inició una
importante política forestal, repoblándose aproximadamente 3 millones de
hectáreas en 45 años y llegando alrededor de los 11,3 millones de hectáreas de
bosques. Aunque se puede considerar que es una gran superficie, el error fue
que casi únicamente se repobló con coníferas (pinus sp) y no con una mayor
variedad botánica. Hay algunas opiniones que dicen que se decidió primero por
una primera etapa de pinares (rápido crecimiento, no tan exigentes en la
calidad de suelo…), para progresivamente ser sustituidos por especies de mayor
calidad. Aunque esa visión puede ser interesante, en la práctica se ha
demostrado que no ha sido así. ¿Qué problema hay entonces, si se ha alcanzado esas metas?
Obviamente, hay varios problemas:
- La repoblación fue básicamente con pinares, sin existir una repoblación sucesiva con especies cada vez más exigentes y autóctonas de la zona.
- Uso de mano de obra en este tipo de trabajo para fines ajenos a la planificación forestal.
- No se puede pensar en una visión de 1939, pues la situación del medio rural ha variado enormemente desde los años 40 hasta la actualidad. Además, se ha perdido una gran cantidad de masa forestal debido a los incendios forestales (aproximadamente 7,5 millones de hectáreas en los últimos 50 años).
- El abandono del medio rural genera una perdida de extensión agrícola que es progresivamente colonizada por especies forestales. Aunque es una medida muy beneficiosa para la masa forestal en España, también hay un punto de riesgo que es el abandono de las políticas de conservación y mantenimiento, que conlleva un mayor riesgo de incendios forestales virulentos, al servir de discontinuidad en el medio, la existencia de caminos y vías forestales mejor conservadas…
En
1971 se crea el ICONA agrupando numerosas competencias en materia de dirección
general de montes, patrimonio forestal, incendios forestales, vías pecuarias,
pesca y caza, parques nacionales… De esta forma se busca una integración en
materia medioambiental y con una visión más conservacionista que la existente
en décadas anteriores. Durante su funcionamiento se mantuvo la media de
repoblaciones existentes en décadas posteriores.
Con el fin del ICONA y su distribución progresiva de
competencias a comunidades autónomas, se observa una reducción destacada en la
repoblación forestal en España, hasta llegar en los años 1992, 93 y 94 a una
casi nula política de repoblación.
Sin embargo, a partir de 1995 y hasta el 2003 se vuelve a
incrementar la extensión repoblada, llegando en 1996 y 1997 a las 100.000has.
Es a partir del 2004 hasta la actualidad la extensión se va reduciendo
progresivamente y se ha visto agravado con la crisis económica. En el 2008, Jose
Luis Rodriguez Zapatero prometió una política de repoblación de más de 45
millones de árboles en 4 años (un 0,25% de la superficie total forestal en
España), generando unos 3.000 empleos y una inversión de 90 millones de Euros. En
esos años, el sindicato Comisiones Obreras realizó un informe proponiendo un
plan que generaría unos 50.000 empleos directos y WWF un estudio por el cual
para evitar la desertificación se necesitaría plantar 2.000 millones de
arboles, unos 150.000 empleos y una inversión de 4.000 millones de euros. Con
todo esto se puede plasmar que el medio rural a través de la repoblación
forestal podría generar una gran cantidad de empleo con una inversión nada
exagerada.
Ruben Miguel Martinez
Ruben Miguel Martinez
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